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Cada vez que hablo de élla.Mi mente empieza a divagar.Que élla es mía, solo mía.Y que nadie me la puede arrebatar.Siempre que escucho su voz.Mi cuerpo empieza a temblar.Cuando siento un roce suyo.Creo en el paraíso estar.Pero siempre vuelvo a la realidad.Una realidad, en la que solo me queda soñar